El profesor de música Manoel Raimundo de Souza nació en Campina Grande, Paraíba, y aún muy joven se trasladó con sus padres a la ciudad de Feira de Santana.

Desde niño me encantaba jugar a construir instrumentos: bastaba con una tira de elástico y un palo y todo estaba solucionado. El maestro aprendió a jugar solo y, a los siete años, ya estaba haciendo algunas presentaciones.

En la década de los 80 se graduó en música en la Universidad Católica de Salvador, agregando conocimientos a su práctica. Su despertar musical fue impulsado por las estaciones de radio.

“Las familias solían estar alrededor de la radio para escuchar música, noticias, fútbol e incluso telenovelas. Por supuesto, me encantaba escuchar música y soñaba con tocar en una radio”. No pasó mucho tiempo antes de que su sueño se hiciera realidad: de niño tocaba innumerables veces en la Rádio Sociedade de Feira de Santana.

Manoel de Souza sirvió en la Fuerza Aérea, se casó y se fue a vivir definitivamente a Lauro de Freitas en 1960; pero conocía la ciudad desde 1956.

“En los años 50, Lauro de Freitas, o mejor dicho, Santo Amaro de Ipitanga [el nombre original de la ciudad] era solo un pueblo con gente acogedora. Solo para que te hagas una idea, un auto era algo lujoso y una bicicleta era una rareza. La vida musical de Santo Amaro de Ipitanga se centró en las tradiciones culturales, había pocos guitarristas y ninguno estudiaba como debiera”.

Siempre bien vestido y a gusto con la vida, el maestro era un hombre apasionado y comprometido con la música. Dijo que era muy "cuidadoso" y que le gustaba estudiar. Los residentes mayores dicen que Souza hizo lo que quiso con la guitarra y que su habilidad fue impresionante.

“Me buscaron compañeros para tocar canciones románticas y chorinhos alrededor de poetas e intelectuales de la ciudad, era un buen momento. Recuerdo que algunos recién casados incluso me invitaron a dar una serenata bajo las ventanas de sus novias. Y yo estaba encantado de ir allí, llegábamos de puntillas y con sutileza yo tiraba de las cuerdas del pino [la guitarra] y tocaba algo así”.

Los conocimientos prácticos y teóricos lo convirtieron en un excelente maestro y músico. El maestro Manoel Raimundo de Souza impartió clases de musicoterapia, técnica vocal, guitarra, teclado, cavaquinho y mandolina.

"La música representa la vida y sin ella no tendría la edad que tengo. La música es una puerta más allá de la imaginación, un lenguaje universal que une y despierta mil sentimientos. Creo que la música debería estar en las escuelas, en las rejillas de las escuelas, como esto como los demás temas ”, dice Souza.

Después de su muerte en 2013, Mestre Souza fue honrado con el nombre de Rua Manoel Raimundo de Souza, en el centro de la ciudad de Lauro de Freitas, donde pasó la mayor parte de su vida.

Fuente:

https://www.blogdomarciowesley.com.br/2021/02/mestre-souza-musica-representa-vida-e.html